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El sueño americano del artista mexicano

1. collage, estencil sobre folletos y bolsa de cartón (66.6 x 27.9 cm) 2024

2. Performance, estencil sobre pavimento (detrás del MoMA W 54th St. New York) 22 de enero del 2024

Uno de los fenómenos más presentes en la narrativa latinoamericana contemporánea es la inmigración hacia Estados Unidos. Visualizamos una utopía, creyendo que al cruzar la frontera encontraremos aquel sueño americano.

Hemos logrado reconocer que la realidad y las problemáticas que se presentan en el territorio que habitamos, afectan el desarrollo de nuestra sociedad y directamente también afectan nuestro crecimiento personal. Entre caos, violencia y falta de oportunidades, buscamos sobrevivir. Aprendemos a adorar la cultura del trabajo arduo, que de nuestro esfuerzo conseguiremos un lugar de tranquilo que podamos llamar hogar

 

¿Quedarse aquí o irse allá?

 

Crecer en el desierto coahuilense me ha hecho cuestionarme que es lo que quiero. Por años ha sido tan escasa el agua aquí, tan escasas las opciones, tuve que conservar el espíritu optimista para quedarme en esta ciudad de polvo de donde soy originaria. He pensado en irme, en perseguir aquel modelo de vida norteamericana.

 

¿el sueño es entonces otra ciudad? 

¿estar en la ciudad de mis sueños me hará despertar?

 

He sido una soñadora desde que aprendí a crear, trazando caminos imaginarios y pintando casas de colores. Al meterme a estudiar la universidad, descubrí calles y exploré grandes ciudades, me vi a mi misma en el reflejo de edificios y charcos de aguas negras. Una primera crisis de adultez: pensar en pertenecer, en encontrar un lugar donde pueda formarme como profesionista del arte. Empecé a buscar lugares a donde mudarme. Analicé y comparé las oportunidades en México con las miles que hay en Estados Unidos. 

 

“Al igual que en México, muchos países de nuestra América cuentan con apenas dos o tres centros de enseñanza superior de las artes, que se concentran ya sea en la capital o en algunas ciudades grandes. Para muchos entonces, la disyuntiva está entre “fugarse o quedarse”. A menos de que goce de una posición económica holgada, será siempre muy difícil migrar para estudiar, sobre todo porque, a diferencia del sistema universitario europeo o norteamericano, nuestros centros de enseñanza artística y universidades no están diseñados para que la gente pueda trabajar mientras se educa.”

 

Si comparo el desarrollo que ha tenido el arte en México con Estados Unidos. Nos quedamos con mucho que desear. En el país norteamericano a inicios del siglo XX el arte había sido considerado una clara copia de lo que se producía en Europa. Lo que realmente hizo que Estados Unidos tuviera su ascenso como gran sede de poder artístico fue quizás el Armory Show que se llevó a cabo en Europa presentando artistas estadounidenses y europeos. Para mediados de este siglo, el mercado europeo fue interrumpido por conflictos internos, cayendo en declive y dejando de ser un factor determinante en el discurso estético del Occidente. Es aquí donde la galería norteamericana empezó a realzarse. Se creó un sistema, donde los artistas, críticos, la prensa y la clientela pudieran controlar el mercado y generar críticas al arte contemporáneo que determinaban las carreras de los artistas. 

 

En México, desde la Revolución, el artista ha existido asumiendo el papel de ciudadano activo, ciudadano primero y artista después. El gobierno ha querido integrar la cultura a la educación, sin embargo, por demanda de los mismos artistas, se dispuso que el Estado otorgue y difunda el arte en beneficio a la sociedad entera. A partir de esto, se fundó el INBA y se abrió camino, junto con la iniciativa privada, en establecer los primeros museos contemporáneos de arte y galerías de arte en la Ciudad de México. En teoría, todos estos museos resguardan hasta la fecha, la producción de aquellos artistas comunitarios y acreditados por la historia. 

Caos político y un estancamiento del progreso. Ahora el presupuesto para el arte y la cultura es interesado. Las galerías que surgen hoy en día, se convierten de carácter efímero ya que no todas pueden sustentarse. Las galerías más populares se han mantenido gracias a la movilización en el mercado internacional, comúnmente proliferando por sus preferencias estéticas, siguiendo tendencias europeas o estadounidenses. La enseñanza de las artes plásticas en México es pasiva, el artista nuevo inicia su búsqueda de prestigio, acercándose a las grandes instituciones, pescando alguna de las becas que da el Estado y resguardando como tesoro sus contactos de coleccionistas y galeristas de confianza. Siguiendo el método: convocar, seleccionar y premiar es que el artista mexicano busca hacer su camino de prueba y error para lograr ser reconocido como un profesional.

 

El artista mexicano sueña con poder vivir del arte, busca un lugar correspondido, donde su trabajo no sea un camino tan turbulento.

 

Esta última idea me llevo a idear la obra El sueño americano del artista mexicano, un manifiesto, una demanda: que todo artista tenga oportunidades de trabajar y crear nuevos diálogos con su comunidad. El concepto de "sueño americano" es entendido como "la vida soñada" o "la buena vida", inspirada por las películas de Hollywood y filmes independientes que proyectan está forma de vida norteamericana ordenada.

La primera obra fue una intervención en el espacio público, realizado el 22 de enero del 2024 en la ciudad de Nueva York, en el que se colocó una frase con pintura en aerosol y un esténcil en la banqueta frente a al Museo de Arte Moderno. Como segunda parte de esta acción,  se creó un collage con folletos y bolsas de cartón de otros museos característicos de la ciudad, como el Museo Metropolitano y el Guggenheim. 

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